Un punto de inflexión en tu vida
- Sandra Rodríguez R.
- 10 dic 2016
- 2 Min. de lectura

¿Y quién no ha sentido ganas de escapar? De salir corriendo quizás, de empezar de ceros y crear un mundo nuevo, de huirle a los espacios conocidos que nos limitan, a las rutinas que nos esclavizan, a esos pensamientos que resuenan en nuestra cabeza a diario y que forman nuestro día a día.
¿Quién no ha tenido un punto de inflexión en el que cree que todo a su paso se derrumba? Que todo por lo que ha luchado de repente pierde sentido. ¿Qué hacer entonces? ¿Qué camino tomar cuando el panorama es gris? ¿Cómo empezar de nuevo si he hecho tantas cosas hasta hoy? ¿Cómo reinventarme?
La respuesta está en cada uno de nosotros, la conocemos y aunque en muchas ocasiones sale a flote en medio de nuestras ideas, en medio de nuestro sentir; siempre la acallamos, porque es más fácil caminar en mundos conocidos, que explorar nuevos caminos. Pues bueno, cuando la vida sacuda tu mundo, tu zona de comodidad, tu territorio conocido, cierra los ojos y recuerda todo lo que soñaste cuando apenas eras un chiquillo, lo que creíste en tu juventud, lo que has ido dejando por “cumplir” lo que la sociedad te manda.
Un punto de inflexión es también un punto de retorno. Al principio, puede que el retorno no sea evidente en absoluto. Simplemente te cuestionas, pones en duda lo que siempre has creído, y poco a poco estás retornando a tu origen, donde está tu propósito de vida, ese que quizás no ha alcanzado porque has construido cosas “por conveniencia”, “por tradición”, “por crecimiento”, por cumplir expectativas ajenas o por tratar de edificar “un mundo ideal”, ese mismo que hoy no te llena, ese con el que has ido nublando tu cielo soñado y que hoy te muestra el vacío en tus recompensas y quizás el fracaso en tus búsquedas… Ese mismo que hoy te mueve a buscar algo más…
Aquí es donde se pone a prueba tu coraje, ¡para desenredar las cadenas que te sostienen y liberarte! para hacer tu vida nueva, libre, pero sobre todo feliz!
Quisiera decirte que el retorno es sencillo, pero en realidad, es incierto, turbulento en ocasiones y requerirá de toda tu fuerza porque la conquista es grande.
Así que prepárate, encuentra los compañeros correctos, la preparación correcta y los maestros correctos, pero sobre todo la confianza en ti.
¡Tu creencia, es imprescindible!
No pienses que tienes todo el tiempo del mundo.
No pienses que puedes tomarte tu tiempo.
¡La vida es hoy!
Vive una vida con propósito y encuentra lo que has buscado en vano en todos tus esfuerzos previos.
Comments