Lo que te irrita, te controla
- Sandra Rodríguez R.
- 30 may 2018
- 2 Min. de lectura

Aunque nos parezca imposible, en medio de muchas circunstancias, es factible mantener la calma. ¿Te ha pasado, que llegas a una situación límite y explotas? ¡No te enganches! Hay escenarios de vida que nos sacan de compostura, nos llevan al fondo y nos hacen perder el dominio propio cediendo el control al enojo y la ira, empujándonos incluso a no pensar y actuar.
Hay días en que los problemas aparecen por todos lados, nos causan estrés, dolor, frustración, entonces revientas y sacas lo peor de ti. Si bien, esta respuesta es natural, lo mejor para todos es dominarla y aprender a identificar las situaciones que nos someten, para poder mantener la calma. Finalmente, todas las circunstancias son diferentes y cada respuesta, tiene una consecuencia.
A fin de cuentas, ¿Qué logramos al engancharnos con los problemas, los sinsabores y los conflictos que deberían estar olvidados? ¿Para qué llevar sobre nosotros peso innecesario? ¿Por qué cargar culpas, tener relaciones destructivas, vivir con engaños, mentiras y rabietas?
Algunos tips para lograrlo:
Conocernos a nosotros lo mejor posible. Esto nos ayuda a identificar rápidamente las situaciones que nos harían “explotar”
Respirar profundamente. Para controlar el estrés y tener mayor autocontrol.
No actuar de inmediato. Si lo hacemos, la reacción será instintiva y el resultado no suele desencadenar nada positivo
Ponernos en lugar del otro. Quizás la tarea más difícil, pero si entendemos que cada vida es un mundo, evitaremos enfrentamientos dolorosos e infructuosos.
Ponernos límites. Porque si el dolor nos domina, seremos muy bruscos y esas situaciones solo generan más conflictos y agresiones.
¡El asunto no es cómo actuó el otro, sino como estoy reaccionando yo!
Porque la vida es un continuo aprendizaje, cada paso nos ayuda a ser mejores personas.
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